Así se definía en la página de la Cadena SER la iniciativa P.A.Z., creada y promocionada por varios artistas de renombre para dar a conocer su apoyo público al actual presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Tal propuesta propagandística no es nueva y mucho menos digna de condenación alguna, pues en varios países es hasta tradicional que se haga.
Todavía ayer me enteraba por medio de un colega y amigo que Álvaro de Luna, antiguo adepto al Partido Comunista, era el promotor de esta iniciativa lo cual, dicho sea, me produce un fuerte pesar. Quizás este caso es más sangrante, pero tampoco se quedan atrás viejos conocidos del PCE, como Ana Belén y Víctor Manuel o el propio Joaquín Sabina —ahora ya demasiado reinsertado en la sociedad como para ser un “izquierdista trasgresor”—. Como no me gusta ser malpensado, diré que supongo que esto obedece a fines más o menos altruistas y con esto quiero decir no lucrativos, como mi colega quizás mal pensaba. Así pues, supongo que la subida del canon poco o nada tendrá que ver con el apoyo al Partido Socialista, por muy vinculada que esté alguna de esta gente a asociaciones tipo la SGAE como el amigo Sabina. Aún así, de ellos podría decirse aquello que cantaba precisamente Víctor Manuel de “quién te ha visto y quién te ve” y que muchos añadían al inicio un “camarada”.
No quisiera repetirme mucho, pero creo que se puede volver a lo de siempre, y el bipartidismo en este país empieza a ser de preocupar. Parece que los llamados “artistas” sólo han manifestado su favor hacia el PSOE, como si todos estuvieran en esta clave o, al menos, sólo se manifestaran hacia esta orientación política. Poca gente sabrá que otros como Pilar Bardem, José Sacristán, Miguel Ríos, Almudena Grandes, Juan Diego Botto, otrora Sabina, Juan Echanove, Pedro Guerra y un largo etcétera, suelen figurar en los apoyos a Izquierda Unida aunque, claro está, con mucha menos cobertura mediática.
El apoyo tan tremendamente mediático que ha dado este colectivo aparentemente al unísono, denota, a mi entender, tres aspectos fundamentales: 1) la acentuación y aceptación del bipartidismo en España y, en consonancia con este, el 2) la petición formal y sin tapujos del llamado “voto útil”; y 3) el negacionismo como argumento base.
Al primero ya me he referido antes y puede que en otra ocasión dedique capítulo aparte a este asunto. El segundo estaría en estricta relación con este primero así que no habría mucho que decir, salvo lo denigrante e inmoral que supone defender públicamente —aunque de modo indirecto eso sí— este tipo de fundamentos. El tercer punto puede que sea menos importante que los anteriores, pero precisamente por lo dicho más arriba, será al que más me refiera y es que la frase inicial que contiene fragmentos de la presentación llevada a cabo por el director José Luis Cuerda tiene mucho contenido.
En el acto de presentación de la Plataforma de Apoyo a Zapatero, según parece, no se nombró “de forma explícita al PSOE”, pero “se pidió indirectamente el voto para José Luis Rodríguez Zapatero”, como explicaban en las noticias de La Sexta. El cartel de presentación, así como su intencionalidad parecen ser bastante explícitas de por sí, entonces ¿por qué no se nombró directamente al PSOE?
Pues bien, si se escucha el comunicado de J. L. Cuerda, dice exactamente “creemos que el Gobierno lo ha hecho razonablemente bien” y continúa con el argumento estrella —puesto que el anterior venía un poco vacío de contenido creo yo— que decía “para que no vuelva la turba mentirosa” y para que “los obispos no nos impongan una teocracia”. Así pues, el argumento estrella resulta ser un contra-argumento, el negacionismo hecho política, cosa que, dicho sea, en este país lleva haciéndose muchos años. De aquí se derivan por igual el “voto útil” y el “voto a estos para que no salgan los otros”.
Una vez, hablando con un buen amigo mío, éste se definía —y lo sigue haciendo— como “socialista” pero a su vez como fanáticamente “anti pepero” y le acabé por preguntar si al momento de votar, en vez de hacerlo simplemente por el PSOE, pudiera elegir entre esto o el anular un voto del PP. No me sorprendió mucho el oírle aseverar lo segundo. Y que nadie se sorprenda, esto es lo que hace casi la mitad de los votantes del PSOE y es vox populi que gran cantidad de votos de los “socialistas” vienen gestados por parte de los “populares” y sino, ¿cómo se explican las encuestas que dicen que sólo el 60% de los que votaron a “ZP” hace cuatro años tienen pensado hacerlo ahora? Sobre esto incide además la campaña del PSOE, que en sus cuñas radiofónicas dicen frases como “Zapatero, gracias por ser normal” o “¿quieres que vuelvan los de antes?”.
Al final el resultado no es sino una democracia en la que se ven como normales —porque así es aceptado por una ciudadanía a la que se denomina “democrática”, pero que no tiene una cultura digna de tal— el “voto útil”, el “voto negacionista”, el desigual reparto de escaños del sistema de recuento —que, entre otras cosas, hace que IU, la tercera fuerza con más de un millón de votos, tenga menos escaños que los tres grandes partidos nacionalistas que sumando votos, apenas igualan a los obtenidos por los comunistas— que no es otra cosa que la representatividad democrática, la base de toda democracia. En este país todo se ve normal y todo puede justificarse en pos de la “libertad” —también de expresión como en el caso de los obispos— y de que, total, los españoles somos así y nos hace gracia.
Para los que quieran conocer otros programas, dejo aquí una entrevista radiofónica en M80 a Gaspar Llamazares. Además de interesante está simpática.
http://www1.izquierda-unida.es/ver.jsp?id=79
Un saludo.
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