lunes, 27 de febrero de 2012

El sueño marxista neoliberal (I)


La crisis económica está acentuando las contradicciones del capitalismo. Esto por supuesto ni es nuevo ni exclusivo, pues toda crisis, del tipo o naturaleza que sea, acentúa contradicciones de un tal sistema. Más allá de ello, lo particular está en dos elementos.

Por un lado, la negación del sistema político que elaboró e hizo aupar la clase social que instauró éste sistema económico; por otro, la situación de ironía histórica que esto está generando.

El capitalismo se considera surgió en torno al siglo XV-XVI en el resurgir de la ciudad como entidad colectiva gracias en parte a la crisis del campo, gracias en parte al éxito y promoción de los habitantes del burgo. Su desarrollo destruyó el feudalismo pero para completar la revolución económica hubo de acometerse también la política. Ésta fue ejecutada por los estratos sociales más bajos, por ende numerosos, convertidos en brazo revolucionario. Por supuesto, ello exigió negociación, intercambio y concesiones recíprocas. Se forzó así al absolutismo a ceder el terreno al sistema liberal, con principios democráticos aunque sin democracia, la cual no comenzaría a establecerse realmente hasta después de la Gran Guerra y, sobre todo, tras la Segunda Guerra Mundial.

Tras la primera, amplios sectores burgueses y acomodados, en no poco temerosos de que la dialéctica de la modernidad se los llevase por delante luego de 1917 y el "momento obrero", dieron el soporte necesario a las corrientes contrarrevolucionarias. Y apoyaron el fascismo. Esto obviamente cortó en seco el proceso de democratización, que con la victoria en 1945 de los aliados y los grupos partisanos (los cuales representarían la única cota -si bien alta- de orgullo que podía quedar en lugares como Francia o Italia) sería reimpuesto gracias a la coacción sobre las fuerzas reaccionarias, por un lado, y mediante la hegemonía tanto moral como ideológica sobre el conservadurismo, por otro. Estos grupos, que reunieron a miles de combatientes, no dejaron en occidente de estar articulados desde los partidos socialista y comunista, muy especialmente por el segundo. La influencia a un nivel tanto político como moral de la victoria soviética sobre el nazismo acabó de contribuir a la realización de lo que vino a denominarse el "Estado del bienestar".

Ante esto, podría pensarse que las concesiones hechas a las clases sociales más combativas y por ende comprometidas (que beneficiaron al conjunto de la población, al ampliar los márgenes de la democracia), o mejor, digámosle derechos arrancados a las oligarquías, eran en efecto no deseables por quienes se vieron forzados a emprenderlas. Privilegios perdidos por unos; derechos conseguidos por los otros.

Las izquierdas se sintieron cómodas en una situación que (erróneamente) creyeron parte de un camino que iba inextricablemente hacia adelante. Passolini denunciaría lo que él consideraba un puro espejismo producto de la coyuntura. Bajo su punto de vista, el "bienestar" lo hacía posible no la conciencia colectiva y el fin progresivo de los antagonismos en pos de la connivencia (o la resignación de los poseedores ante la constatación de que la democracia, para progresar, había de hacerlo sobre ellos) sino la bonanza económica; cuando haya desaparecido ésta -dirá Passolini- desaparecerá el espejismo.

Los años setenta, luego de la crisis del petróleo, marcarán el fin de esa bonanza económica, y darán luz a las nuevas concepciones que en torno a la economía habían ido gestándose en Chicago durante la década precedente. Los ochenta representarán la década del fin del progresismo y el re-ascenso del reaccionarismo.

¿Fue, luego de lo dicho, únicamente un triunfo de las coyunturas económicas que lo facilitaron? Este proceso, apenas una década atrás, habría sido impensable.

jueves, 23 de febrero de 2012

"José Sandoval, un veterano de la resistencia contra el fascismo"

Dejo a continuación el texto íntegro de Santiago Carrillo escrito para El País con motivo de la muerte, el pasado sábado día 18, de José Sandoval.


La de José Sandoval (Gijón, 1913), fallecido este sábado en Madrid a los 98 años, es una de las biografías más apasionantes del siglo XX español, por más que su gran modestia le haya hecho apartarse siempre de cuanto supusiera glorias y vanidades.

Era un intelectual y un aficionado al arte pictórico. Vivió con intensidad los problemas ideológicos que se desarrollaban entonces en el movimiento obrero y desde muy joven decidió ingresar en el Partido Comunista, en el que ha militado hasta el final de sus días.

Cuando se inició, tras el golpe de Estado de Franco, la guerra antifascista, se alistó en el V Regimiento y combatió en las fuerzas al mando de Líster en todas las batallas importantes de la Guerra Civil: cuartel de la Montaña, sierra de Guadarrama, Madrid, Brunete, Belchite, Teruel, Ebro y retirada de Cataluña. Su comportamiento ejemplar y modesto le ganó el respeto y el cariño de todos sus compañeros. Era un hombre solidario, sencillo, que tenía siempre una palabra cálida y una sonrisa para animar a sus camaradas de combate.

Terminada la guerra de España, se exilió a la Unión Soviética, donde volvió a empuñar el fusil para continuar la batalla que había comenzado aquí, la batalla por la libertad de España y del mundo contra el fascismo. Se sumó, como otros exiliados, a uno de los grupos de guerrilleros soviéticos que acosaban en la retaguardia al Ejército hitleriano.

Con su unidad, Sandoval recorrió miles de kilómetros, llegando hasta las cercanías de Praga, acosando a los alemanes en retroceso. Junto a su grupo, se unió a la Resistencia checa en la batalla por la liberación de Checoslovaquia. Ya en la paz, fue recibido como un héroe en los actos de celebración de la Resistencia checa a los que fue invitado.

Al callar las armas, Sandoval fue, durante varios años, uno de los principales redactores de Radio España Independiente. Participó en la redacción de la historia del PCE y del libro Guerra y revolución en España.

En 1964, tras el fusilamiento de Julián Grimau, aceptó por encargo del partido reforzar la dirección del trabajo clandestino en Madrid. Fue detenido, torturado y condenado a una larga pena de prisión, que le tuvo en la cárcel hasta que, muerto Franco, se promulgó la Ley de Amnistía. Ya en la legalidad, dirigió la Fundación de Investigaciones Marxistas. Nuestro más sentido pésame a su compañera, Mary, y a sus hijas Elena y Natalia.

martes, 21 de febrero de 2012

El jefe del Pentágono, Leon Panetta, reconoce que Irán no trata de fabricar armas atómicas

Dada la escalada constante de acoso mediático (ese universo paralelo en el que la guerra a la república islámica de hecho ya había comenzado) contra Irán y los rumores de guerra que sin cesar vienen oyéndose desde hace ya años pero que se habían acrecentado en los últimos meses, forzoso nos será reconocer como una magna sorpresa el que la prensa internacional apenas haya pasado por esta noticia. Incluso, sabiendo la gravedad de lo que todo ello comportaría (la guerra nuclear) se hace más acusado el que no se hubieran detenido en detalle sobre ella, tanto noticias y editoriales como "analistas políticos".

La noticia pude escucharla por primera vez en el programa de actualidad mundial Dossier, de Venezolana de Televisión dirigido por Walter Martínez del día viernes 17 del presente mes. En él, podía verse a Leon Panetta ante un bombardero atómico B-52 dando una charla-discurso a los soldados de una base militar estadounidense, a quienes confesaba que Inteligencia no había podido obtener prueba alguna de que el gobierno iraní estuviese tras la bomba atómica. (Mint. 42'15'' y ss.)

La noticia puede leerse de todos modos en el portal librered.

En cualquier caso, no quisiera pasar sin un cierto detenimiento, pues noticias como ésta no hacen sino circunscribirse a la lógica mediática impuesta y que se resume en la consigna "Irán no tiene derecho a tener armas nucleares". Consigna obviamente arbitraria y más que relativa.

Irán tiene tanto derecho como cualquier país a desarrollar y poseer armas nucleares y, a la vez y contradictoriamente, tanta legitimidad como cualquier otro, que en este caso es ninguna. 

En este sentido, quienes más preocupados están por que la posea, los mismos que sobre falsas pruebas y tramposos argumentos imponen sanciones (EE.UU. acaba de implementar unilateralmente las sanciones sobre el país islámico, lo cual ha sido denunciado por Rusia, pues viola el derecho internacional), son quienes poseen tan exclusivista arma, única por cierto que tristemente parece garantizar no sólo la soberanía nacional sino la disuasión ante una posible y potencial guerra (léase Korea del Norte). EE.UU. -y la comunidad internacional en tanto permisiva- así lo ha querido.

Que el país con más guerras en su haber sea al mismo tiempo quien regala y otorga tal derecho, vuelve más aberrante si cabe que sea el que también dicta las normas. El que establece las fronteras de lo justo y lo injusto, lo 'legal' e 'ilegal', lo que está bien y lo que está mal, quiénes son los buenos y quiénes los malos.

domingo, 12 de febrero de 2012

Último adiós a Manuel García "Otones". (Hasta siempre camarada)


Hay una lumbre en Asturias
que calienta España entera
y es que allí se ha levantado
toda la cuenca minera

El pasado sábado día 4 de febrero, hoy hace exactamente una semana, Gijón despedía a Manuel García "Otones", militante histórico del Partido Comunista en Asturias.

Nacido en 21 de agosto de 1930 durante el que sería el último año de la Restauración borbónica, en un pequeño pueblo del concejo asturiano de Langreo llamado Otones (hoy desaparecido). Huérfano a los seis años luego de que su padre, miliciano republicano, fuese muerto en San Estaban de las Cruces defendiendo la democracia republicana contra el fascismo durante la guerra de España. Comenzaría a trabajar con 16 años, afiliándose prontamente al PCE y sirviendo como enlace a los 'fugaos' de los montes de Asturias hasta agosto de 1950, cuando fue detenido, torturado y condenado a 12 años de cárcel mediante consejo de guerra.

No cumplió íntegramente la sentencia, y lo enrolaron en la "mili" para realizar el "servicio voluntario" durante aproximadamente algo más de un año. Se incorporó como picador en la minería. En estos años, luego de contactar con la organización comunista en la clandestinidad, comenzaría a captar nueva militancia difundiendo la nueva estrategia de lucha del PCE contra la dictadura: la "Reconciliación nacional", allá por 1956.

En 1962 participa activamente en el que sería el primer pulso duro a la dictadura tras el fin de la guerrilla. Las huelgas de la minería y la industria, principalmente centradas en Asturias y algunos núcleos industriales de Madrid, pero pronto extendida -aunque sin excesivo éxito- a otros muchos lugares del Estado, entre ellos Barcelona, supusieron un desafío al franquismo mayor si cabe que el de la propia vía armada. Al partir éstas del radical cuestionamiento de las estructuras y las relaciones laborales, dichas huelgas representaron un hondo acto político que atacaría varios de los pilares morales fundamentales (paternalismo industrial) del tinglado franquista.

El impacto internacional se puede calificar a todas luces de extraordinario y de ellas se harían eco en Europa y América, denunciando al régimen por medio de un escrito varios de los más destacados intelectuales españoles en el exilio. Lo encabezaba Vicente Aleixandre y le seguían personajes de primera línea -muy alejados del comunismo- como Gregorio Marañón, Dámaso Alonso, Camilo José Cela, Menéndez Pidal, etc., etc., etc. Por supuesto, figuraban otros más comprometidos: Buero Vallejo, Armando López Salinas, Fco. Rabal, Alfonso Sastre, Gabriel Celaya, Pablo Picasso... Son muchos y de mucho peso los nombres de los firmantes, sin algunos de los cuales no podría entenderse el siglo XX; no sólo por los ya aludidos. Artur London, Simone de Beauvoir, Eva Forest, llya Ehrenburg o Raymond Aron, parecen pequeños cuando después se nombra a Pablo Neruda, André Breton, Nicolás Guillén, Miguel Ángel Asturias o Jean Paul Sartre.

Todos ellos firmarían una misiva que pasaría a la posteridad y le otorgaría el halo de lo imperecedero a este acontecimiento. Pero eso que le puede conferir una aparente trascendencia esconde a sus protagonistas. Éstos, nombres eternos en la cultura del novecientos, destacan por su genialidad en la parte de la historia humana que escribieron los mineros. "Que no sería quien soy / si no te siguiera a ti" diría con inigualable justedad Rafael Alberti. Otones fue uno de a quienes siguieron.

Las huelgas supusieron además la puesta en práctica de las nuevas estrategias de oposición, no sólo "macro" (Reconciliación nacional) sino también "micro", al comenzar a hacerse extensivas y permanentes las comisiones de obreros en los centros de trabajo, siendo nombrados en asamblea directa comisiones de negociación de trabajadores. Ellas serán el germen que daría lugar al sindicato de Comisiones Obreras (CC.OO.). Y comenzarán a practicar el llamado "entrismo" como estrategia para dinamitar y boicotear el régimen dictatorial. Un informe de seguridad de la propia dictadura de los primeros años setenta señalará en éstas, las CC.OO., al principal peligro para la pervivencia del régimen.

En Asturias, Manolo Otones será uno de sus representantes más destacados, como se comprobaría durante el segundo rebrote de dichas huelgas (las del mes de agosto), cuando será deportado junto a algo más de cien compañeros suyos -en su inmensa mayoría comunistas, aunque no exclusivamente-.

En 1965 se produce en Mieres (centro de Asturias y lugar emblemático para el movimiento obrero, pues será ahí donde obtendrá el socialismo español, allá por 1911, su primer alcalde, Manuel Llaneza) una concentración que devendrá en manifestación de protesta por la readmisión de los despedidos de la minería y la industria. Acabará con el asalto a la propia comisaría de policía. Dos años más tarde, en los primeros días de enero, una comisión obrero-minera hará un llamamiento a la huelga general de 24 horas, y difundirán una octavilla por toda la cuenca minera reivindicando la ampliación y regulación de derechos laborales y la libertad sindical. La firmaban nueve personas, la encabezaba Manolo "Otones" y le seguía Gerardo Iglesias. (Ver 23' del vídeo.)

Pagarán su gesto con su detención al día siguiente. Internamiento, torturas y palizas precederán al juicio que les condenaría a cinco nuevos años de cárcel. Los tres que cumplirá serán sus últimos años de prisión.

Figurante en las listas negras de la Brigada Político Social habrá de emigrar a en busca de trabajo al País Vasco, donde residirá hasta 1985, momento en que regresará a Gijón a disfrutar su jubilación.

Militante del Partido Comunista de Asturias y luego también de Izquierda Unida hasta su muerte, ocupará cargos de responsabilidad dentro del organigrama del partido y se hará cargo, en calidad de coordinador en la región, de la Asociación de expresos y represaliados políticos desde 1990.

Reconocido en los primeros 2000 con la Medalla de Plata del Principado de Asturias y de la Ciudad de Gijón e Hijo Adoptivo de ésta por su trayectoria política, su lucha y su contribución absolutamente invalorable por el regreso de la democracia a España, por quien su padre diera la vida.

Son muchos los que pasados los magnos acontecimientos se dicen retóricamente "quién hubiera estado allí"; pocos son, sin embargo, aquellos que no sólo están presentes participando, sino que provocan el acontecimiento mismo y generan la posibilidad histórica. Hace falta para ello no sé si eso que se da en llamar valor, pero sí desde luego una gran voluntad y convicción. De esto Otones estaba más que sobrado.

Hace no mucho tiempo Manolo se interrogaba: "¿Han merecido la pena 64 años de lucha militando ininterrumpidamente en el PCE, en IU y CC.OO.? Yo digo que sí, porque mi conciencia revolucionaria, adquirida con tesón y sacrificio defendiendo los intereses de mi clase, me responde afirmativamente con la satisfacción del deber cumplido, aunque con los fallos y errores que forzosamente he tenido que cometer."

Honor y reconocimiento a un luchador y un hombre bueno en el sentido más excelso de la palabra.


(El siguiente vídeo es un precioso montaje en clave de homenaje de su despedida.)


(Y aquí varios enlaces a noticias relacionadas con Otones, en La Voz de Asturias [1, 2 y 3].)

viernes, 3 de febrero de 2012

Dudas sobre lo que ha pasado en IU de Gijón

El ya ex coordinador de la agrupación de Izquierda Unida de Gijón, Jesús Montes Estrada, dimitía ayer de su cargo arguyendo que desde el Consejo Político y la agrupación municipal (de quien dependen en mayor medida las cuentas del partido) se les "venía negando todo".

¿Es tan así, es decir, ha sido así? Esto es lo que cualquiera, por puro automatismo, se preguntaría en primer término. La pregunta, no obstante, lleva irremediablemente al engaño, por falaz. La cuestión a interrogar es cómo ha sido posible llegar a esta situación apenas un año de transición de unas caras a otras.

Para algunos la cuestión se centra en la no aceptación del cambio y de relevo, cosa por otra parte muy común en política y, por la misma y cuando se trata de opinar con desconocimiento, muy recurrente. Cabe recordar que la regeneración fue propuesta por el propio Montes, pues Jorge Espina (actual portavoz municipal) se presentó bajo su apoyo previo; y fue efectivamente elegido. Aquí no habría caso al que aludir. Otra cuestión sería la del "aferramiento a los puestos", igualmente muy recurrente cuando se habla de política, pero desconcierta luego de una dimisión y no da lugar al caso.

La situación, por oscura que sea ya que no deja de ser algo interno, deja entrever cosas por deducción. Primero y más significativo, el tiempo. Apenas ha pasado un año desde el cambio de candidato y la transición pactada a uno-dos años vista desde que fue iniciada. Pero la historia ha querido ser acelerada, queda saber el por qué de tanta prisa. Segundo, la dirección en Asturias. El partido a nivel regional ha manifestado sorpresa ante la actitud de la nueva dirección en repetidas ocasiones, como ha podido salir a la luz luego de todo esto.

Lo más curioso del caso y casi la duda mayor que me genera. La del cargo de culpa y las responsabilidades. Sorprende (casi fascina) ver cómo los tres dimisionarios son al tiempo los chivos expiatorios. El principal argumento de esto es lo inoportuno del momento, pues en menos de dos meses vista, habrá nuevas elecciones en Asturias. Esto tiene doble lectura y doble trampa.

Nunca he sido muy dado a las sentencias salomónicas, por lo que las culpas nunca me parecen (o rara vez resultan) equidistantes. De hecho no argüir sobre la coyuntura me parece más bien propio de la derecha y los oportunistas. Las situaciones, más aún las desencadenadas, siempre tienen unos antecedentes y una trayectoria. Lo que no se ha visto es lo que señala que ha habido precedentes. Acción-reacción. Cascos dimitía y a la hora y media aparecía Jorge Espina con un documento firmado por 30 integrantes del Consejo Político en el cual se exigía la realización de un consejo extraordinario para tratar el tema de las liberaciones a media jornada. Esto lleva a otra pregunta, y es de dónde se ha generado este problema cuando el aumento de representación en principio lo que concede es liquidez a la agrupación. No quiero imaginar qué situación debe estar planteándose en el PP luego de pasar de 11 a 5 ediles.

Y la dimisión se producía al día siguiente de ello, esto es, cuando antes fue posible. Sin embargo, no han sido pocos quienes acusan de inoportuna tal decisión. Esto, qué duda cabe, puede tener/tendrá un coste electoral. Aparte de que, como digo, la responsabilidad de todo esto es compartida y no por igual, pues quien crea los contextos favorables a detonar crisis es el responsable esencial de la misma, el coste electoral será igual o superior a la actividad política de estos meses atrás en los que por cierto nadie contaba con un control electoral. Ahora imagino que quienes han estado machacando el tema del botellón a lo largo de tantos meses atrás estén pensando cómo obviar el tema de las dimisiones y centrarse en convencer al ciudadano que no, que lo que realmente nos importa es que haya más de 30.000 desempleados en Gijón.

Nos costará, sin duda.