domingo, 17 de febrero de 2008

Autodeterminación y otro doble rasero más

El Parlamento de Kosovo aprueba la independencia

RAMÓN LOBO/AGENCIAS - Pristina

La antigua provincia serbia de mayoria albanesa es ya independiente tras aprobar la Asamblea la declaración propuesta por el primer ministro, Hashim Thaçi. Los 109 diputados votan a favor entre aplausos y gritos de júbilo, mientras miles de manifestantes lo celebran en Pristina.- Rusia pide una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.- El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, condena la declaración oficial del "falso estado". El País.com, Domingo 17/2/2008.

Tenía la intención de referirme hasta al menos el día 9 de marzo exclusivamente a las elecciones nacionales, pero el temor y la indignación que me han producido esta noticia hacen que la actualidad de nuestra política pase a un mucho menos relevante segundo plano. La noticia la había oído en La Sexta Noticias y el tono eufórico y de júbilo con que trataban tal noticia me ha parecido a todas luces lamentable porque lo que se me ocurre, así de buenas a primeras, es la de despertar la confusión entre la ciudadanía española. Esto no es ni mucho menos algo novedoso. ¿Por qué —me pregunto yo— no se establece un paralelismo con nuestra también provincia “problemática”? ¿Qué diferencias legales —y suscribo la palabra— hay entre un caso y otro? El tema se nombra tímidamente pero ni mucho menos se incide en él.

Los kosovares —a quien yo no discuto su derecho a la autodeterminación— se han apresurado, y con ellos su presidente, antes de la celebración de una consulta en referéndum, a proclamar unilateralmente la independencia de la región serbia, saliendo jubilosos a la calle enarbolando banderas de Francia, Alemania, EE.UU. y Albania. ¿Por qué la presencia de precisamente estos estandartes? Entiende el pueblo kosovar que han sido los principales aliados que han impulsado o hecho plausible su proyecto independentista.

El que yo no les discuta —pese a no compartirlo— su derecho a la autodeterminación y el estar a la vez en desacuerdo con la puesta en práctica de este derecho internacional creo que es evidente. Primero aún no ha habido consulta, segundo hace pocos años que se ha salido de una guerra y, dada la posibilidad más que razonable de que pueda haber un nuevo conflicto en la zona, considero que habría que tener en cuenta el punto tercero, esto es, la opinión y situación particular de Serbia.

El momento elegido por los kosovares para proclamarse unilateralmente independientes creo que no es el adecuado y es más que probable que haya una respuesta —y me refiero a violenta— por parte de Serbia, que ya ha anunciado que no tolerará —como tampoco lo haría “el Estado español”— la independencia de su provincia.

La UE parece ampara la decisión independentista de la región serbia, como también parece que harán Francia, Alemania y EE.UU. El gobierno de España “recuerda que no es partidaria de proclamaciones de independencia unilaterales” como anunciaba también El País, mientras en la página de la Cadena SER se proponía una encuesta significativa “¿aplica Occidente un doble rasero en el caso de la independencia de Kosovo?”. La respuesta a mí me parece más que evidente.

La participación de terceros países en la zona no es nueva; en 1992 Alemania y EE.UU. reconocieron como país independiente de la ya ex Yugoslavia a Croacia y todos recordarán que ello provocó el primer conflicto en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial. A EE.UU., por su parte, le sigue interesando debilitar al único aliado, por lo demás histórico, del único país que en la zona es el único que puede plantarle cara —aunque sea remotamente—, Rusia. El resto de países son más o menos pro americanistas y, sino, lo verdaderamente importante es que ya no conforman una potencia, más o menos seria, que pueda ser contestataria a los intereses norteamericanos en Europa. Este análisis es muy breve y sesgado, y soy muy consciente de que necesitaría un trato a parte, por lo que espero que se me disculpe tal síntesis, aunque pienso que al menos resulta ilustrativa.

Espero que nadie se sorprenda si hay un rebrote bélico en la zona, pues sería más que lógica una reacción violenta de un país muy orgulloso de su pasado y su Ser y al cual se le está tratando desde determinados circuitos internacionales de reducir a la mínima expresión posible. Que Serbia no es ya ninguna amenaza o potencia a considerar es evidente y es precisamente por esto que sería más que probable esperar una respuesta radical y violenta por su parte. Que nadie se olvide de lo que su escudo simboliza. En él, insertadas en cada uno de los cuatro recuadros que lo conforman pueden verse cuatro C —letra del alfabeto cirílico que transcrita al nuestro resulta S—, "Само слога Србина спашава" "Samo Sloga Srbina Spašava" y que traducidas significan literalmente Sólo la Unidad Salva a los Serbios.

El presidente George W. Bush, en un nuevo ejercicio de torpeza política, ya ha anunciado que su país reconocerá al nuevo Estado y se ha apresurado a asegurar que velará por su integridad. Una vez más se erige EE.UU. en juez y protector del mundo. Por cierto que el presidente del Parlamento kosovar en su intervención para anunciar la independencia de la región finalizó con un Thank you very much.

La excusa, más allá de la violencia serbios contra kosovares, para defender el derecho a la existencia del Estado kosovar es la distribución de la población y es que en el territorio de Kosovo la inmensa mayoría de la población es albanesa. Sin embargo, uno podría sorprenderse si viera el mapa de distribución étnica de por ejemplo Croacia, con grandes regiones de población de mayoría serbia o bosnia y, por tanto, de religión ortodoxa y musulmana en un país de confesionalidad católica. El caso no sólo es comparable al de otros países de su zona, pudiendo hacerse un paralelismo con, por ejemplo, el Kurdistán y cuya población viene siendo masacrada ante el silencio vergonzoso del mundo. El genocidio turco de los kurdos es una realidad silenciada ¿por qué entonces tiene esa importancia mediática la pequeña región de Kosovo si no es un caso aislado ni extraordinario? Un poco por la breve síntesis anteriormente esbozada.

Aún así que a nadie se le pase que, si bien Serbia no está en las mismas condiciones que hace diez años Rusia, su gran aliada, no está ni mucho menos en la situación decadente de antes del anterior conflicto y algo tendrá que decir en todo este proceso. El lehendakari, Juan J. Ibarrexte ya ha anunciado que celebrará una consulta de idéntico signo a la kosovar en septiembre en el territorio de Euskadi. Veremos como será esto visto por los mas media y por la ciudadanía en general.

1 comentario:

Pilar dijo...

Me ha encantado este artículo! Estoy muy interesada en todo el tema de Los Balcanes,me parece una región con un pasado y una historia alucinante, que merece casi casi una carrera universitaria entera para comprenderlo.
Asi que siempre se agradecen textos como este, para abrir claros de lucidez entre tanta confusión en torno al tema.
Besos
pd. En las opos a profe de geo e historia tengo un tema, el 46, exclusivamente para los balcanes (estoy ahora con el)