jueves, 2 de agosto de 2012

Los democristianos europeos envían sus juventudes a Cuba a financiar la disidencia

Copio a continuación, un artículo aparecido hoy jueves 2 de agosto en Público, que descubre que el accidente de tráfico en el que murió el disidente Oswaldo Payá viajando junto con el presidente de NNGG (juventudes del PP) de España y su homólogo sueco, era en realidad parte de un ritual regular de financiación de la disidencia anticastrista en la isla.

La participación de extranjeros en la política cubana parece mostrar que derecha mundial está perdiendo la paciencia con los cubanos que no se deciden a iniciar su “primavera árabe”. Líderes políticos suecos, españoles y activistas mexicanos están siendo enviados para promover un levantamiento contra el gobierno.

El secretario general de las juventudes democratacristianas de Suecia, Jens Aron Modig y el dirigente de las Nuevas Generaciones del Partido Popular de España, Angel Carromero, revelaron que fueron enviados a Cuba a organizar y financiar grupos opositores. El sueco aseguró a la prensa extranjera que no sabía que era ilegal hacer tal cosa pero confesó que en el único país del mundo donde lo hacen es en Cuba.

El envió de dinero e instrucciones  de Suecia a la oposición cubana no es nuevo. El disidente Manuel Cuesta Muroa dijo a Público que, antes de Modig, vino varias veces a Cuba con la misma tarea la sueca Annita Ardin, la misma que ahora acusa de violación a Julián Assange, el director de Wikileaks. Según el opositor cubano, entraron en conflicto porque ella quería que sus instrucciones se cumplieran al pie de la letra.

Los dos europeos participantes en el accidente dijeron que fueron enviados juntos en una operación coordinada por las direcciones de sus respectivos partidos, que su misión fue entregar a Oswaldo Payá 4.000 euros, acompañarlo en un viaje por la isla para promover la disidencia y reunirse con su hija para asesorarla en la formación de organizaciones políticas juveniles opositoras al gobierno cubanos.

Carromero conducía el automóvil en el que murió el líder opositor cubano Oswaldo Payá y su compañero Harold Cepero. Tanto el español como el sueco confirmaron que se trató de un accidente, descartando todas las especulaciones de los blogueros disidentes sobre un asesinato premeditado de las autoridades cubanas.

Oficiosamente, un funcionario cubano dijo a Público que “Cuba no aplica la pena de muerte extrajudicial; pero incluso es una tontería pensar que vamos a esperar a que Payá esté con dos extranjeros para matarlo y además dejar a los extranjero vivos para que declaren lo ocurrido. Seríamos tontos además de inmorales”.

 

Contratados por el exilio en Miami

La participación extranjera no parece ser un hecho aislado. La TV cubana presentó esta semana las declaraciones de varios jóvenes mexicanos enviados a Cuba para promover protestas durante la visita del Papa Benedicto XVI. Traían celulares para los grupos disidentes que se tomaron varias iglesias y octavillas anticastristas para tirar por la madrugada en las principales arterias de La Habana. Los chicos fueron contratados por organizaciones del exilio de Miami que les pagaron todos los gastos y les dieron 1.000 dólares (unos 812 euros) a cada uno. Tras su captura e interrogatorio las autoridades cubanas optaron por deportarlos. Algo similar a lo ocurrido con el sueco Modig que ya se encuentra en su país de vuelta.

El destino del español Angel Carromero será diferente porque es el responsable del accidente de circulación y deberá ser juzgado por los homicidios de los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero, según establecen las leyes cubanas. De ser encontrado culpable, la condena para este tipo de delito es de 1 a 10 años y se cumple en centros de mínima rigurosidad, por lo general pintando calles o fabricando señales de tránsito.

La paradoja del accionar de la derecha española en Cuba es que consigue los resultados exactamente contrarios a los esperados. El canciller Roberto Robaina pierde su cargo por asesorar más de la cuenta a su homólogo español. Su sustituto, Felipe Pérez Roque, el vicepresidente Carlos Lage y otros altos dirigentes del Partido fueron destituidos gracias a conversaciones grabadas por los servicios de inteligencia de la Madre Patria. Y ahora matan accidentalmente al principal y más influyente líder de la oposición.