
Aunque quizás también puedan tener que ver el etnocentrismo o el racismo. O quizás sea todo un poco.
El más reciente ejemplo de lo que digo es la promoción por parte de la mayoría de los medios de información (El País, 08-11-09; El Mundo, 26-10-09; ABC, 26-10-09; El Periódico, 26-10-09) del informe “El coste de la Administración Pública en España” de la Escuela de Administración de Empresas de Barcelona. La tesis de este informe es que en España el empleo público ha experimentado un acelerado crecimiento estos últimos años (desde el año 2000), alcanzando unos niveles excesivos que están obstaculizando la eficiencia económica del país, mostrando una relación inversa entre el peso del empleo público de un país y su prosperidad económica. Para confirmar tales tesis el informe compara, por ejemplo, el tamaño de la población empleada en el sector público español con el existente en Alemania, concluyendo que el empleo público de España (como porcentaje del empleo total) es mayor que en aquel país, con lo que nos gastamos en tal empleo (que el informe confunde con funcionariado) mucho más que allí. Según el informe, la evidencia empírica muestra que, a mayor peso del funcionariado público, menor es la riqueza económica del país y de las regiones, y sugiere “la importancia de mantener el tamaño de los sectores públicos a raya con el fin de fomentar la productividad y la eficiencia económica”. La conclusión que se deriva es que hay que reducir el empleo público si queremos ser más eficientes.
El informe, sin embargo, selecciona y manipula los datos de una manera que unos medios de comunicación más críticos de los que tenemos habrían detectado. Se incluyen en el texto errores fáciles de ver, como que empleo público y funcionariado no son la misma categoría, sino dos distintas. Todo funcionario es empleado público, pero no todo empleado público es funcionario. Otro error es que la categoría empleo público que recoge el informe (derivado de Eurostat) no incluye a todos los empleados públicos, sino sólo los datos referentes, por ejemplo, a la categoría Administración pública y defensa. Se excluyen así muchos empleados públicos que no quedan incorporados en esta categoría. En tercer lugar, utiliza indicadores de tamaño del sector público que dan una visión sesgada de tal tamaño. Veamos.
Si analizamos el total de personas empleadas y contratadas en el sector público (a niveles centrales, regionales o autonómicos y locales), utilizando como fuente de datos las únicas que ofrecen tal información, que son la Organización Internacional del Trabajo y Eurostat, y analizando los indicadores que deben utilizarse para medir el tamaño del sector público (el número de empleados públicos sobre el total de la población adulta), podemos ver que España tiene un porcentaje de personas empleadas en el sector público de los más bajos de la UE-15 (9,5%), sólo mayor que Austria, Italia y Portugal. Alemania (el país que el informe cita erróneamente como que tiene un empleo público menor que España) tiene un 10%, mientras que Suecia tiene un 21%.
Para llegar a la deseada conclusión de que Alemania tiene un empleo público menor que España, el informe calcula el número de empleados públicos como porcentaje de todo el empleo. Pero, al utilizarse este indicador, el informe no está comparando manzanas con manzanas, sino con peras. El empleo público tiene una composición distinta en los dos países. La sanidad alemana, por ejemplo, está basada en un sistema de aseguramiento, por lo que no quedan incluidas en la contabilidad nacional las cifras de empleo público en sanidad, pues tal empleo no está contratado por el Estado, sino por las compañías de aseguramiento. De ahí que el empleo público en sanidad en Alemania sea muy bajo. Si se excluyese la sanidad, entonces se vería que, en realidad, el empleo público es notablemente mayor en Alemania que en España (ver “Los errores del el informe Los costes de la Administración Pública en España” en www.vnavarro.org).
Lo mismo ocurre en cuanto al gasto público, que el informe considera explosivo, manifestando que ha experimentado este crecimiento en los últimos años, entre otras razones por el crecimiento del gasto en remuneración de los empleados públicos. Pero cuando se analizan los datos se ve que, en realidad, el gasto público (por habitante) en remuneración salarial de los empleados públicos es de los más bajos de la UE-15 (sólo por encima de Grecia, Italia y Portugal), y ello como consecuencia no sólo de que el empleo público es de los más bajos de la UE-15, sino también de que el gasto por empleado también lo es (lo cual explica, por cierto, la emigración de profesionales cualificados del sector público español a otros países de la UE-15, incluida Alemania).
Una consecuencia de esta situación es que el número de empleados públicos por ciudadano sea el más bajo de la UE-15 (junto con Italia y Portugal). Lo que quiere decir que los ciudadanos están menos atendidos por el Estado en España que en el resto de la UE-15. Esta escasa atención toma lugar principalmente en los servicios públicos. La tan citada rigidez del Estado en España es consecuencia de su pobreza. En realidad, la escasa eficiencia de la economía española, como del resto del sur de Europa, se basa en el escaso desarrollo del sector público. Como incluso el Foro de Davos (El Vaticano del pensamiento liberal) reconoce, los países con mayor eficiencia económica y bienestar social en Europa son los países nórdicos de tradición socialdemócrata con amplios sectores públicos.
Por último, la reforma de la Administración pública, dando mayor protagonismo a las autonomías, ha significado un cambio en el sistema de gobierno del empleo público. Pero ello no ha significado un aumento muy marcado del empleo público. En realidad, tal crecimiento ha sido sólo de un 1% por año, lo cual no ha sido especialmente acentuado teniendo en cuenta el gran déficit de personal en el sector público.
Vicenç Navarro es catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y profesor de ‘Public Policy’ en The Johns Hopkins University
“A quien hay que aislar es a las dictaduras sátrapas de los Castro o Hugo Chávez, que es quien movía los hilos de Zelaya” -Carlos Iturgáiz, observador del PP en Honduras-
No tengo ninguna duda de que las elecciones hondureñas han sido una lección de democracia. Vale, ya sé que se celebraron bajo un gobierno golpista, con el ejército asumiendo funciones de seguridad, el presidente sitiado en una embajada, y algunos medios de comunicación cerrados. Pero no dejemos que esas minucias empañen nuestro contento.
Es verdad que no hubo organismos internacionales que certificasen el proceso, pero la Internacional Derechista envió decenas de observadores para asegurar su limpieza. En la fiesta de la democracia en versión hondureña coincidieron ex presidentes derechistas de todo el continente, así como dirigentes empresariales, centros de estudios conservadores estadounidenses, y hasta opositores venezolanos. Y por supuesto representantes de los pocos países que reconocen al gobierno golpista.
El clamor democrático era tal que los observadores se emborrachaban de entusiasmo. No hay más que ver a nuestro eurodiputado Carlos Iturgáiz, que se pasó la jornada electoral lanzando proclamas contra el chavismo y a favor de las tesis golpistas. En su exhibición de imparcialidad sólo le faltó hacer cortes de manga y pedorretas tras cerrar los colegios.
El paripé ya está hecho, y los golpistas han alcanzado sus objetivos: apartar a Zelaya, frenar los intentos de reforma constitucional, y sacar al país del “eje del mal” americano. A cambio, no han tenido ni que guardar las formas restituyendo un ratito a Zelaya. Sólo les queda un último empujoncito para tener el reconocimiento internacional pleno. Con el aval norteamericano asegurado, y las ganas que la mayoría de países tienen de quitarse el marrón de encima, no creo que les cueste mucho. Y a otra cosa.
Los palestinos han iniciado una campaña para que la ONU reconozca como miembro de pleno derecho el Estado de Palestina, dada la parálisis del proceso de paz con Israel. Saeb Erekat, jefe negociador de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), desveló que hoy mismo ha solicitado a los representantes diplomáticos de la Unión Europea (UE) que apoyen esta iniciativa.
"Israel está socavando la solución de dos Estados (uno israelí y otro palestino) con su política de expansión de asentamientos, cerco a Gaza, demoliciones, confiscaciones. Vamos a la ONU para preservar esta solución", dijo Erekat en una rueda de prensa en la ciudad cisjordana de Ramala.
La próxima semana el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, comenzará una gira por América Latina en la que tratará de recabar más aliados para esta campaña, agregó. "También trataremos de obtener el apoyo de los Estados Unidos, pese a que no impidieron que Israel continúe con la expansión de las colonias en territorio palestino", precisó Erekat.
Erekat quiso dejar claro que la OLP aspira a "obtener el reconoimiento internacional a un Estado palestino", no a "declarar unilatralmente la independencia", pues existe una "diferencia" entre ambos conceptos. Fuentes de la OLP apuntaron a Efe bajo condición de anonimato que la representación palestina en Naciones Unidas ya ha empezado a trabajar en torno a la iniciativa, adelantada la pasada semana y recibida con enfado en Israel.
Hoy, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, restó importancia a las intenciones palestinas al considerar que tienen pocos visos de prosperar dado el previsible veto de Washington en el Consejo de Seguridad a una iniciativa en este sentido. "No obstante, si se aprobase, Israel se sentiría liberado de las obligaciones que emanan de los acuerdos que ha firmado", matizó.
En la misma línea se expresó ayer el jefe de Gobierno, Benjamín Netanyahu, quien subrayó que cualquier decisión unilateral palestina "deshilvanará los acuerdos" que han firmado las partes y "conducirá únicamente a que Israel también tome decisiones unilaterales".
En el seno del Ejecutivo, dos ministros derechistas, Uzi Landau (Infraestructuras) e Israel Katz (Transportes), han pedido que Israel se anexione más del 60 por ciento de Cisjordania (la "zona C", en los Acuerdos de Oslo), si la ANP declara unilateralmente un Estado palestino. La posibilidad de una anexión de parte de Cisjordania también ha suscitado reacciones contrarías en el seno del Gobierno israelí.
Setenta años después, el grupo Mus viaja a Moscú para actuar para aquellos "niños" que todavía viven hoy en Rusia. A partir de este concierto nace esta película colectiva que habla de nostalgia, pérdida, recuerdos, supervivencia y olvido.
SÁBADO EN TPA
A LAS 23:15
Los años rojos de Luis Buñuel bucea en la etapa menos estudiada del cineasta
El 6 de mayo de 1932, Luis Buñuel escribió una carta a André Breton, su jefe en el grupo de los surrealistas, para informarle de manera oficial de que abandonaba su militancia en esta corriente artística y revolucionaria. La razón: otra militancia, la del Partido Comunista, al cual el cineasta se había adherido recientemente y que, en aquellos momentos, encontraba incompatible con los ideales surrealistas. "En el estado actual de las cosas no tendría sentido para un comunista dudar un instante entre su partido y cualquier otra actividad y disciplina”, escribe a Breton.
Esta carta, descubierta en la Biblioteca Nacional de Francia en París en el año 2000, fue el punto de partida de Román Gubern y Paul Hammond para "tirar del hilo", según palabras de Gubern, y "reconstruir la vida de Buñuel desde 1930 hasta 1938, tanto en el cine como fuera de él, así como en el mundo de la política". El resultado es un tomo de 400 páginas titulado Los años rojos de Luis Buñuel (Cátedra).
Años rojos por su contenido político, aunque durante un momento, sus autores se plantearon titularlo los años oscuros, ya que se trata de su época menos conocida y estudiada. "Son los años más grises como cineasta. Mientras sus amigos tenían éxito, como Lorca, que triunfaba en el teatro, y Dalí, que estaba ganando mucho dinero en EEUU, él es el que queda agazapado en la sombra, en trabajos menores, anónimos", dice Gubern.
Buñuel debió de ingresar en el PCE (y no el PCF, aunque, debido a sus largas estancias en Francia, se valió cierta "ambigüedad" para "eludir encargos incómodos") en algún momento entre el 26 de octubre de 1931 y el 25 de enero de 1932, "durante su prolongada estancia en Madrid, Zaragoza y Toledo, y cuando muchos amigos o compañeros intelectuales de su generación estaban dando el mismo paso", como Alberti, Eduardo Ugarte o Pedro Garfias.
"El único destello" en la obra de Buñuel estos años fue Las Hurdes, tierra sin pan (1933), una cinta que precisamente nació como crítica a la República. "Hay que tener en cuenta que el PCE, cuando se proclama la Segunda República, se declara contraria a la República burguesa y a favor de una República bolchevique. Esa postura antirrepublicana del PCE, que Buñuel también comparte (y que se mantiene hasta el año 35), hace que Las Hurdes sea una denuncia de la incuria del gobierno republicano, que había mantenido esta miseria atávica sin remediarla, etc, etc", subraya Gubern.
El 1938, tras dos años trabajando en la embajada española en París, Buñuel se ve empujado al exilio en EEUU. "Y nunca admitió haber sido militante comunista: habría sido suicida", reconoce Gubern. Aún así, tras la campaña de una revista que dependía del obispado, la Motion Picture Herald, dimitió de su puesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
"Fue la primera víctima del McCarthismo, antes de que éste naciese oficialmente en 1947: él tuvo que dimitir por presiones políticas de la derecha católica americana", concluye Gubern. Poco después, ignorado en Hollywood, en 1946, Buñuel se va a México, donde volvería a rodar.
En un documento de 112 páginas, la asociación explica que la media de consumo diario para los palestinos es de 70 litros, la de los israelíes es de 300. En algunas zonas de Gaza y Cisjordania, el consumo se reduce a los 20 litros, el mínimo recomendado incluso para catástrofes humanitarias como la que se da en Palestina.
Amnistía, además, insiste en que Israel está impidiendo que los palestinos del West bank construyan sus propios pozos y ha destruido cisternas y depósitos de agua. Al mismo tiempo, denuncian que los judíos en los asentamientos pueden disfrutar de sus propias piscinas y de jardines con césped.
Según la organización, los israelíes están consumiendo el 80% del agua procedente de los manantiales del Monte Aquifer, principal fuente de abastecimiento para lo israelíes y palestinos. Donatella Rovera, portavoz de Amnistía dijo en un comunicado que "el agua es una necesidad básica y un derecho, pero para muchos palestinos obtener incluso niveles de baja calidad y cantidades sustanciales se ha vuelto un lujo que apenas pueden tener".
Israel ha negado las acusaciones de Amnistía Internacional explicando que cumple a rajatabla con los acuerdos de Oslo de 1993, en los que se estipula la cantidad de agua diaria que deben recibir los palestinos. "Israel suministró a los palestinos 20,8 millones de litros cúbicos de agua, superando lo que está obligado a hacer bajo el acuerdo de agua", dijo el portavoz del primer ministro, Benjamin Netanyahu, Mark Regev.
El propio Israel, que sufre una escasez de agua sin precedentes y un aumento en las tarifas, controla buena parte de los suministros de Cisjordania y los distribuye desde un acuífero que pasa por Israel hacia el territorio palestino.REFLEXIONS SOBRE OCTUBRE 1934
28 OCTUBRE
10.00 Francisco Erice Sebares (Universitat d’Oviedo)
L’Octubre asturià, entre la interpretació històrica i mite
11.30
Ferran Gallego Margaleff (Universitat Autònoma de Barcelona)
El
29 OCTUBRE
10:00
Ramon Alquézar Aliana (Universitat Autònoma de Barcelona)
Les conseqüències d’ Octubre de 1934 dins Esquerra Republicana de Catalunya
11:30
Sandra Souto Kustrin (Instituto de Historia, CSIC)
“Las revoluciones no se hacen con hachas y hoces”Estratègies de l’octubre madrileny
Sala de Actes de
Organitza: Grup de Recerca d’Estudis d’Història Social i Cultural
Universitat Autònoma de Barcelona ( GREHSIC)i Grup d’Estudis “República i Democràcia” (GERD)