miércoles, 18 de junio de 2008

EUROPA, EUROPA

En los últimos días, se ha vuelto a someter a referéndum lo que se vino a mal llamar Constitución europea hace ya unos cuatro años y que ahora se denomina Pacto de Lisboa y, apenas unos días antes, una comisión europea aprobaba la semana de las 65 horas semanales.

Europa se nos presenta, y así ha sido desde que a España volvió la democracia, como la panacea de las aspiraciones políticas nacionales y casi internacionales. Europa ha pasado a ser principio y fin de todas las cosas y el medio por el cual son asumidas irreversible e irremediablemente tantas políticas comunitarias que no pueden siquiera ser debatidas por “vienen de Europa”, como si ésta fuera un ente del cual emanasen razón, orden y justicia.

Para empezar, habría que preguntarse quién convocó Cortes para redactar un proyecto que primero se vino a llamar “Constitución” y que en el texto figuraban los jefes de Estado de los diferentes Estados Miembro de la Unión entre los cuales figuraban, claro está, los monarcas de las principales monarquías europeas. Y ahora sigue sin saberse quién ha escrito este nuevo Pacto de Lisboa o, mejor, quién lo ha modificado porque el texto actual es una pobre variación sin apenas cambios del primero que fue, recordemos, rechazado. Ahora para evitar dejar nada a la casualidad han decidido “lógicamente” —en palabras del locutor del la Cadena SER del programa Hoy por hoy— aprobarlo a través de los diferentes parlamentos europeos.

El primer escollo ha sido Irlanda, que por Ley está obligado a ratificar este tipo de cosas por medio de Referéndum… y ha salido que no. La pataleta montada por los contertulios de Hoy por hoy fue monumental, como se podía prever fácilmente al calor de los programas inmediatamente anteriores a la dichosa consulta, que ha sido la única en toda Europa.

Para el que dude del reaccionario contenido del Pacto, lo cual sería un largo debate, en las últimas semanas se nos han anticipado un par de perlas en forma de propuestas elaboradas por comisiones como la de aumentar —como cifra tope eso sí— la semana laboral a las 65 horas… creo que sobran los comentarios al respecto. ¿Dónde quedará entonces la vieja demanda de la semana de las 35 horas de los partidos y sindicatos de izquierda? Bien es cierto que el PSOE perdió o se desligó hace mucho de esta demanda, pero parece que el gobierno Zapatero poco quiere aparentar ya. No sé si este hecho dejará desconcertados a más de un votante de izquierdas del PSOE —lo sea más o menos—, pero a la vista está el giro a la derecha, que es ya un volantazo en toda regla, que está protagonizando.

El cambio de ministros que como denunciaban partidos como IU lo que suponían era un giro al conservadurismo y puede que la presidencia del parlamento sea el ejemplo más claro, con impresentable José Bono que llamó la atención de una serie de expresos políticos —por supuesto todos ellos, o en su inmensa mayoría, vinculados al Partido Comunista— que habían sido invitados a la sesión parlamentaria en lo que se suponía era un reconocimiento y una especie de homenaje a la tan silenciada gubernamentalmente, labor que todos ellos tuvieron en la lucha contra el franquismo y por el advenimiento de la democracia en España.

La reforma de la Ley de Inmigración debiera ser también un ejemplo del giro al conservadurismo. Una vicepresidenta que denuncia en tono de mofa una ley del gobierno Berlusconi sobre la inmigración que vendría a criminalizar al inmigrante ilegal y por cuyas declaraciones tuvo que pedir disculpas, pero que luego sale un ministro diciendo que este desencuentro había sido un malentendido puesto que la reforma que pensaba promover el ejecutivo español apenas difería de la del italiano.

Hay quien dirá que claro que diferían y hasta dirá que sensiblemente. Como esto no es así, creo que podrá ilustrarse con la reforma de la Ley de Inmigración que el Parlamento europeo ha sacado recientemente —y que ha contado con el apoyo de los socialistas españoles que han votado junto con liberales, ultra nacionalistas (o sea, extrema derecha) y resto de conservadores— y que, entre otras cosas, permitiría detener y aislar a un inmigrante ilegal hasta un total de 18 meses sin asistencia judicial si no se van antes de siete días por cuenta propia, lo cual supone poco menos que una broma de mal gusto.

La verdad que si esto no es incriminar a alguien no sé que puede ser, porque darle a alguien que persigue con tanta necesidad el salir de su país que hasta asume las grandes probabilidades que tiene de perder la vida en el intento, trato de poco menos que terrorista pues no sé ya qué puede ser. En esta Ley sobre la Inmigración europea se han basado los gobiernos de España e Italia, aunque luego a todos nos parezca —italianos los primeros— que tenemos un presidente que es la vanguardia progresista de Europa e Italia tenga en su ser la “vanguardia” conservadurista. Honroso PSOE progresista este.

La violación por parte ahora del aparato institucional secuestrado —si se quiere— por los designios del capital financiero mundial y europeo es flagrante, los Estados y sus gobiernos guardan silencio y con ello otorgan, los sindicatos o no tienen respuesta o reaccionan torpemente y la población parece estar satisfecha porque lo único que le incomoda de la huelga de los transportistas es quedarse sin leche en el súper más próximo porque esto violenta su derecho a poder consumir libremente leche.

Lamentablemente cada día importa menos las personas y la política de lo social, incluso a las personas que se supone habrían de disfrutar de ello, produciéndose un cambio de prioridades que viene ya de varias décadas atrás pero que ahora ha cristalizado violentamente y que viene a superponer el crecimiento del capital financiero y mundial en términos del PIB sin desglosar a todo lo demás, porque todo debe estar orientado y dirigido, como si de una economía de guerra se tratase, a este sacro objetivo.

Lo que se vislumbraba y vendía a todos nosotros como la “naciente” y revitalizada Europa creo que está más vieja y desgastada que nunca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

uuuf lo de las 65 horas semanales y toda esa chuminada no se yo como coño nos apañaremos...habrá que llevar un colchón a la oficina o algo si no no me lo explico...

eso demuestra entre otras cosas en qué piensa la gente de poder en realidad, en nada que no sea dinero, por lo visto (nada nuevo por cierto).

y a esto lo llaman ''países desarrollados''...pues en Vietnam están parecidos!


Sele
P.D.:(ya averigüé como se firma xD)

John Cornford dijo...

pues sí, lo del desarrollo cada vez, o se mira menos o no se tiene en cuenta y sólo parece primar el crecimiento, lo cual según el modelo actual de Europa es contrario al bienestar general de la ciudadanía, pero parece que sarna con gusto no pica (como suele decirse) y dentro de poco, como dices, va a haber que ir al trabajo con colchón (aunque con un poco de suerte nos lo puedan dar allí y no tengamos que cargar con él).

Ciau!!