viernes, 9 de octubre de 2009

"Esto empieza a parecerse a tener un Grammy"


Así es como lo ha descrito —y creo que con bastante buen criterio— un amigo mío. De los Príncipe de Asturias no toca hablar, aunque podría decirse otro tanto, pero en lo que respecta a este premio creo que esta es la constatación de que habría que retirar dicho galardón en vías de desprestigio acelerado. La vergonzosa concesión a Henry Kissinger del premio por firmar la paz para el fin de la entonces guerra del Vietnam fue en sí ridícula —sobre todo si nos atenemos a la posterior trayectoria de tan nefasto personaje— pero tenía un sentido, además, fue compartido (fue también galardonado el firmante por parte vietnamita) lo cual le daba una cierta cobertura y, dicho sea, guardaba mal que bien las formas, tan importantes en política.

El problema es que ahora no se ha respetado ni eso. El galardón a Al Gore fue entonces irrisorio, casi grotesco, sobre todo porque lo único que tal individuo había hecho por el planeta era un —buen— documental. Se dejaron así a organismos que llevaban décadas trabajando por el medio ambiente de lado, hasta el punto de levantar protestas. Muy bien, todo ello podía dar igual, pero en el caso de Obama se ha premiado algo que, efectivamente, no puede computarse, algo incontable: la “esperanza”, o mejor, la marca: Hope. Bien podría haber sido premiado el director de campaña del ahora presidente.

En efecto, el premio le ha sido dado a Obama «por sus esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos», según ha dicho el Comité afincado en Oslo. La palabra que defina a esto puede ser la de un comentarista en el foro de Público: «patético»; me parece de lo más apropiada. Aunque también podría ser referido como trágico, puesto que ya ha sido definitivamente probado que todo tipo de premios y galardones pueden comprarse y supongo que por ende venderse. Según pone la página de la Cadena SER, estas son las cinco razones que sostienen el galardón:

1- Apenas asumió, decidió ordenar el cierre de la cárcel de Guantánamo
2- Redujo las sanciones que pesan sobre Cuba
3- Ordenó eliminar la tortura en los interrogatorios, que había sido aceptada por su predecesor
4- Reabrió el diálogo y busca una solución para Oriente Próximo
5- Es el principal impulsor de la reducción de los arsenales nucleares

Cabría decir, quizás, que 1) aún no la ha cerrado y se ha negado a realizar una investigación sobre lo ahí ocurrido, única vía de delimitar y pulir responsabilidades y limpiar mínimamente no sé ya si la cara pero al menos sí las apariencias; 2) Las sanciones las habrá reducido pero a los niveles en que las dejó Bill Clinton, pues no ha cancelado el bloqueo que, dicho sea, es ilegal según las leyes internacionales (por cierto, valiente segundo argumento viniendo como viene del Grupo Prisa); 3) Esta me parece una abominación de argumento, sólo faltaba que apoyara la tortura, aunque claro, no hay que olvidar que G. Bush optó al dichoso nobel en su último año, al igual que Tony Blair; 4) Una vez más, parece que ha hecho, pero el criticar ciertos aspectos de la política del Estado de Israel para con Palestina, por ejemplo, no lo convierte, ni mucho menos, primero en una apertura de diálogo ni segundo en una búsqueda de soluciones si, como así sucede, sigue financiando a este Estado terrorista sin presionarlo en lo más mínimo, pues Israel se sustenta en el apoyo económico de los EEUU, el cual no se cuestiona ni niega. Esto por no hablar de las tensiones con Irán —mucho más livianas, esto sí, que las de su predecesor—, el mantenimiento de tropas en Irak, el pucherazo en Afganistán y la ampliación de presencia militar en la zona y las tensiones con Paquistán, sin ir más lejos; 5) También es el mayor poseedor de armamento nuclear y, que yo sepa, Putin o Medvedev no optaron al premio por este motivo.

Dejo aquí dos enlaces a dos medios con distintos criterios de lo que ha sido este fallo. El País y la SER los cuento, obviamente, como uno, y luego tenemos Público, bastante crítico. La página de El País, con sus enlaces correspondientes, es especialmente vomitiva, con un hipervínculo a "Los discursos más importantes de Obama", La vida de Obama en imágenes o el preclaro "análisis" que realiza Javier Valenzuela, todo un ejemplo de cómo la dominación puede adueñarse de un periodista, bien de cómo alguien puedo ser así de arrastrado, todo dependerá de si se cree lo que está escribiendo o simplemente escribe lo que con buen criterio cree que debe; personalmente, opino que tira más la primera opción. Pero vamos, que toda una elegía al nuevo dueño del mundo.

Por cierto, la foto, tomada de Público.

2 comentarios:

Zauberius dijo...

Esto es un cachondeo ya. A mí me dio mucha rabia el del año pasado: Ahtisaari.. No se les puede ver más el plumero.. Cierto es que los Nobel merecen una tesis doctoral..

Anónimo dijo...

muy buen articulo.cracias