El Gobierno del PSOE ha hecho uso, por primera vez desde que entrara en vigor la Constitución de 1978, del artículo 116 por el que se decreta el Estado de Alarma, que autoriza la militarización de la vida civil.
La aclamación del pueblo ante la medida de fuerza parece abrumadora y casi dan ganas de gritar «¡Idiotas!» si no fuera porque todo ello supone un precedente extremadamente grave. La medida que ha tomado el Gobierno del PSOE es oportunista en lo político, populista, maniquea y oculta la motivación de fondo: la privatización de casi la mitad de AENA y la concesión total de la gestión de los aeropuertos de Barajas y El Prat.
Como suele ocurrir en estos casos —y en casi todos—, los medios ocultan los matices de fondo concentrándose en los de forma. Diario Público decía:
La aprobación del nuevo modelo de gestión de gestión aeroportuaria en el Consejo de Ministros, que incluye la modificación e los horarios de los controladores y la privatización parcial del gestor de los aeropuertos encendió la mecha del caos.
Quizá previendo la situación, el consejo de ministros celebrado ayer también aprobó -como adelantó Público ayer- una modificación de la Ley de Seguridad aérea que permite a Defensa asumir el control del tránsito aéreo en situaciones como éste.
RTVE lo titulaba —muy ecuánimemente— «Caos en el tráfico aéreo por la huelga salvaje de controladores». Aquí, los ciudadanos son «rehenes» y los controladores «chantajistas» —según el presidente de AENA—. Pero, ¿por qué ningún medio lo ha enfocado como, por ejemplo, el sindicato CGT/AENA?:
CGT/Aena condena que hayamos llegado a esta situación, y se solidariza profundamente con los ciudadanos de este país que están sufriendo en sus propias carnes la incompetencia de este gobierno.
Exacto, la «incompetencia del Gobierno» ¿o acaso sólo hay un modo de verlo y es demonizando al colectivo de controladores? Está ya de facto instalado el discurso, emanado de una perversa lógica, de cuando hay molestias a CONSUMIDORES por un conflicto laboral, es culpa y responsabilidad de los HUELGUISTAS. Convendría tener esto en cuenta a la hora de hacer juicios de valor.
Pero ¿se ha preocupado alguien de ver qué arguyen los controladores? Según la sección sindical ya citada, lo que se alega es lo siguiente:
Asimismo, ante un posible linchamiento mediático del colectivo de trabajadores de control, queremos dejar claro que el responsable de la situación es el gobierno, que ha provocado al colectivo de controladores imponiendo mediante Decreto condiciones laborales absolutamente irresponsables, con el fin de encubrir mediante el acoso y derribo de los controladores su propia ineficiencia en los cómputos de jornada, así como la privatización de Aena y el conflicto laboral que se avecina por la subrogación de los empleados públicos de Aena a empresas privadas.
Una medida de fuerza tal como la que acaba de llevar a cabo el actual gobierno socialista, de haber sido llevada a cabo por el Partido Popular, estaríamos hablando sin demasiadas dudas de AUTORITARISMO. No creo que sea necesario prevenir a nadie de lo perverso y peligroso que resulta autorizar la intromisión de los militares en la vida civil, menos aún en un conflicto laboral en un contexto como el que estamos viviendo. Desde aquí se viene diciendo —quizás desde una óptica en exceso catastrofista—, cuidado con el espacio donde parece estar quedando relegada la democracia entendida como la emanación de la soberanía popular.
Visto con un poco de perspectiva, no hace falta ser muy perspicaz para entrever en esto no una defensa férrea por parte del Gobierno de los derechos de los ciudadanos (aquí convertidos en CONSUMIDORES), sino una huida desesperada de quien se ve desbordado por unos acontecimientos que le superan y que en buena medida ha generado.
En este sentido, el mensaje que deja el Ejecutivo ante un conflicto cuyo detonante fundamental es la privatización hace pocos días anunciada del 49 % de AENA y el empeoramiento de las condiciones laborales de los controladores, es preclaro y no va dirigido ni mucho menos a la ciudadanía: «tranquilos que en caso de estallar un nuevo conflicto, será movilizado el Ejército». Lo que también podría ser: «empresarios, tranquilos, pujad, el riesgo es igual a cero».
La aclamación del pueblo ante la medida de fuerza parece abrumadora y casi dan ganas de gritar «¡Idiotas!» si no fuera porque todo ello supone un precedente extremadamente grave. La medida que ha tomado el Gobierno del PSOE es oportunista en lo político, populista, maniquea y oculta la motivación de fondo: la privatización de casi la mitad de AENA y la concesión total de la gestión de los aeropuertos de Barajas y El Prat.
Como suele ocurrir en estos casos —y en casi todos—, los medios ocultan los matices de fondo concentrándose en los de forma. Diario Público decía:
La aprobación del nuevo modelo de gestión de gestión aeroportuaria en el Consejo de Ministros, que incluye la modificación e los horarios de los controladores y la privatización parcial del gestor de los aeropuertos encendió la mecha del caos.
Quizá previendo la situación, el consejo de ministros celebrado ayer también aprobó -como adelantó Público ayer- una modificación de la Ley de Seguridad aérea que permite a Defensa asumir el control del tránsito aéreo en situaciones como éste.
RTVE lo titulaba —muy ecuánimemente— «Caos en el tráfico aéreo por la huelga salvaje de controladores». Aquí, los ciudadanos son «rehenes» y los controladores «chantajistas» —según el presidente de AENA—. Pero, ¿por qué ningún medio lo ha enfocado como, por ejemplo, el sindicato CGT/AENA?:
CGT/Aena condena que hayamos llegado a esta situación, y se solidariza profundamente con los ciudadanos de este país que están sufriendo en sus propias carnes la incompetencia de este gobierno.
Exacto, la «incompetencia del Gobierno» ¿o acaso sólo hay un modo de verlo y es demonizando al colectivo de controladores? Está ya de facto instalado el discurso, emanado de una perversa lógica, de cuando hay molestias a CONSUMIDORES por un conflicto laboral, es culpa y responsabilidad de los HUELGUISTAS. Convendría tener esto en cuenta a la hora de hacer juicios de valor.
Pero ¿se ha preocupado alguien de ver qué arguyen los controladores? Según la sección sindical ya citada, lo que se alega es lo siguiente:
Asimismo, ante un posible linchamiento mediático del colectivo de trabajadores de control, queremos dejar claro que el responsable de la situación es el gobierno, que ha provocado al colectivo de controladores imponiendo mediante Decreto condiciones laborales absolutamente irresponsables, con el fin de encubrir mediante el acoso y derribo de los controladores su propia ineficiencia en los cómputos de jornada, así como la privatización de Aena y el conflicto laboral que se avecina por la subrogación de los empleados públicos de Aena a empresas privadas.
Una medida de fuerza tal como la que acaba de llevar a cabo el actual gobierno socialista, de haber sido llevada a cabo por el Partido Popular, estaríamos hablando sin demasiadas dudas de AUTORITARISMO. No creo que sea necesario prevenir a nadie de lo perverso y peligroso que resulta autorizar la intromisión de los militares en la vida civil, menos aún en un conflicto laboral en un contexto como el que estamos viviendo. Desde aquí se viene diciendo —quizás desde una óptica en exceso catastrofista—, cuidado con el espacio donde parece estar quedando relegada la democracia entendida como la emanación de la soberanía popular.
Visto con un poco de perspectiva, no hace falta ser muy perspicaz para entrever en esto no una defensa férrea por parte del Gobierno de los derechos de los ciudadanos (aquí convertidos en CONSUMIDORES), sino una huida desesperada de quien se ve desbordado por unos acontecimientos que le superan y que en buena medida ha generado.
En este sentido, el mensaje que deja el Ejecutivo ante un conflicto cuyo detonante fundamental es la privatización hace pocos días anunciada del 49 % de AENA y el empeoramiento de las condiciones laborales de los controladores, es preclaro y no va dirigido ni mucho menos a la ciudadanía: «tranquilos que en caso de estallar un nuevo conflicto, será movilizado el Ejército». Lo que también podría ser: «empresarios, tranquilos, pujad, el riesgo es igual a cero».
7 comentarios:
"Esto nos pasa / por un gobierno facha"... contra Aznar, vivíamos mejor.
Gran entrada, que saca un poco de grano de la cantidad de paja que está metiendo el cuarto poder. Hoy, media hora de informativo de imágenes y testimonios de viajeros paralizados. ¡Cuánta información estamos dejando de recibir por cuenta de cumplir con los "dos minutos de odio" contra los controladores!
Muy de acuerdo, los testimonios aportan más bien poco o nada al fondo de la noticia. Otro tratamiento más profundo de la información y esas declaraciones contra los controladores fácilmente podrían volcarse con todo merecimiento contra el Gobierno. Seguramente así no mostrarían tanto odio como dices.
¿Porque se ponen de baja y no anuncian una huelga?, ¿Porque? una huelga se puede más o menos comprender, esto que han hecho no. No son funcionarios, pero si empleados públicos, es decir les paga el Estado. Un médico no deja a un paciente en el quirofano por defender sus derechos. No es serio y tendrá repercusiones en miles de empleos del turismo a corto plazo. Empleos de mil euros al mes, casi como lo que cobran ustedes por trabajar un sábado.
Apoyo en este caso el empleo del ejercito, pues están atacando a toda una nación y no es justo.
Defender el empleo del Ejército en un conflicto civil es no sólo deleznable sino muy peligroso. Hay que ser muy consciente de lo que se dice. No sé dónde estaría Vd. en la última huelga general, pero no fueron pocas las voces que llamaban terroristas a los huelguistas, que el acto de huelga que era un golpe de Estado de facto o que había que militarizar la sociedad y perseguir a quienes hicieran piquetes. Cuidado con lo que deseamos.
Estoy muy de acuerdo con las formas, no han sido las adecuadas. Pero entonces yo también pregunto: ¿Por qué sólo son inadecuadas las formas de los controladores? ¿Por qué no han sido mencionadas las formas de un Gobierno que aprueba un Decreto fuera de la negociación colectiva (como el que dio paso a la huelga general) la misma semana del puente? ¿Por qué? Pues es sencillísimo, porque sabían cuál sería la reacción, una excusa para sacar los milicos a pasear, demostrar a los que pueden pujar por el 49% de la recién privatizada AENA que este colectivo que lleva pidiendo aumentos de PERSONAL (no salariales) no tendrá capacidad de protestar porque se les aplicará un delito de sedición, con lo que la inversión será a riesgo CERO. ¿Que los controladores se han equivocado? Es posible, pero principalmente porque les han facilitado el cabeza de turco al Gobierno.
El Ejercito no hubiese sido empleado de haber convocado huelga.
Se anuncia, no trabaja ni dios y ya esta. No soy partidario de servicios minimos, ni gaitas... pues si uno esta de huelga, se hace huelga.
Pero no se pone de baja y se rie de 300.000 personas...
Los procedimientos son una cosa, los condicionamientos a los mismos hay o habría de tenerlos en cuenta más de lo que se está haciendo, y las consecuencias de las contramedidas tomadas me parecen con mucho muy desproporcionadas.
Muy, muy interesante:
http://bloguionistas.wordpress.com/2010/12/04/no-controles/
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