Acabo de ver en el telediario que en Georgia han derribado por medio de una demolición un monumento a los caídos de la Segunda Guerra Mundial. Ésta ha estado tan mal hecha que ha ocasionado dos muertos por fragmentos del monolito. La noticia de los muertos ha sido la excusa para hablar de ello.
La noticia es lamentable e indignante y aún no la he podido localizar en prensa digital. Los dos muertos no me creo que le importen mucho a nadie de aquí y no es desde luego la motivación de la difusión de tal información.
Que no se condene tales muestras de nacionalismo rancio, pro-occidental, antiruso, anticomunista y desde luego clientelar para con el actual imperio que hoy les acoge, lo puedo llegar a comprender. Perfectamente además, sin demasiados problemas. Ahora bien, que no se cuestionen tales actos es en el mejor de los casos oportunista e interesado y supone ser una malversación de la memoria que se le debe al pueblo ruso y a la historia de la URSS, de la Segunda Guerra Mundial y del antifascismo. Lo que suponía este y otros monumentos a los caídos en la Gran Guerra Patria (según los rusos se refieren a la II GM) es la independencia y derrota del fascismo, y honra a los muertos en la lucha por la liberación de ese suelo, que entonces era parte de la URSS y como tal debe contextualizarse y entenderse.
El que en Estonia antes y en Georgia ahora se hayan procedido a remover o destruir estos lugares de memoria no es en realidad de extrañar, pero debiera hacerse mentar la gravedad de tales medidas. Y no es de extrañar porque los gobiernos de estos nuevos aliados de occidente están, con su nacionalismo reaccionario tan furibundamente anticomunista, más cerca del fascismo que de una concepción democrática de la política. Sirva de ejemplo el caso ucraniano, que ha querido homenajear a los "ucranianos caídos" en la guerra, sin importar si fueron fascistas, colaboracionistas, partisanos o del ejército regular. Otro ejemplo, aquí, en este caso se trata de Polonia. Es para tomarlo con tiento.
La noticia es lamentable e indignante y aún no la he podido localizar en prensa digital. Los dos muertos no me creo que le importen mucho a nadie de aquí y no es desde luego la motivación de la difusión de tal información.
Que no se condene tales muestras de nacionalismo rancio, pro-occidental, antiruso, anticomunista y desde luego clientelar para con el actual imperio que hoy les acoge, lo puedo llegar a comprender. Perfectamente además, sin demasiados problemas. Ahora bien, que no se cuestionen tales actos es en el mejor de los casos oportunista e interesado y supone ser una malversación de la memoria que se le debe al pueblo ruso y a la historia de la URSS, de la Segunda Guerra Mundial y del antifascismo. Lo que suponía este y otros monumentos a los caídos en la Gran Guerra Patria (según los rusos se refieren a la II GM) es la independencia y derrota del fascismo, y honra a los muertos en la lucha por la liberación de ese suelo, que entonces era parte de la URSS y como tal debe contextualizarse y entenderse.
El que en Estonia antes y en Georgia ahora se hayan procedido a remover o destruir estos lugares de memoria no es en realidad de extrañar, pero debiera hacerse mentar la gravedad de tales medidas. Y no es de extrañar porque los gobiernos de estos nuevos aliados de occidente están, con su nacionalismo reaccionario tan furibundamente anticomunista, más cerca del fascismo que de una concepción democrática de la política. Sirva de ejemplo el caso ucraniano, que ha querido homenajear a los "ucranianos caídos" en la guerra, sin importar si fueron fascistas, colaboracionistas, partisanos o del ejército regular. Otro ejemplo, aquí, en este caso se trata de Polonia. Es para tomarlo con tiento.
2 comentarios:
Estoy completamente de acuerdo con el escrito. Lo que pasa que pienso que habrá que ser un poco práctico......El hartazgo de algunos países de la ex-Urss, más ke nada fruto de la guerra fría les hace tomar estas nefastas decisiones, de las que pasado un tiempo se arrepentirán de esa pretensión de re-escribir la historia.........A mi modo de ver, habrá que centrarse en señalar, la verdad: Holocausto contra los judíos, polacos, etc, etc. Decir que murieron también muchos ingleses, americanos, franceses. Y QUE EL ÚNICO CULPABLE FUE EL NAZISMO, quien desencadenó la guerra y EL PEOR ENEMIGO DE LA HUMANIDAD DE TODOS LOS TIEMPOS......Sin incidir mucho en el papel determinante la ex-Urss o el comunismo. Hoy por hoy, sería perder el tiempo.
Yo creo que la decisión de destruir los últimos vestigios soviéticos, que en el caso de Georgia es más sangrante si cabe, al igual que en Ucrania, pues son dos de las 4 provincias que conformaron la UNIÓN de Repúblicas Socialistas Soviéticas al adherirse por voluntad propia entre 1919 y 1921 a la nueva Rusia de soviets, se debe principalmente a dos causas: 1) el ultranacionalismo de sus actuales gobiernos q les hace rechazar su propia historia; y 2) su anticomunismo y prooccidentalismo (por ej. Sakahasvili se educó en Columbia).
En gran parte, el que el mundo no se escandalice, o al menos la opinión pública creo que puede deberse en una parte importante a que nunca ha sido reconocido el sacrificio soviético en la II GM, a quien se le debe, ni más ni menos, que la propia destrucción del nazismo. En parte, la exaltación del Holocausto (término que se refiere, o refería mejor, porque ha pasado a ser ya algo universal, por etimología exclusivamente al pueblo judío) se debe a que se ha hecho una exageración muy fuerte del exterminio judío desatendiendo el de otros pueblos como, por ej., el gitano, del cual se cree que fue igual o mayor que el de éstos. En este sentido (y termino), el que la gente sepa este capítulo tan trascendental del s.XX me parece indispensable: que la guerra se ganó en los frentes del este de Europa y que le costó la vida a 27 millones de ciudadanos soviéticos.
Eso, como tú dices, sería ser equitativo, cosa q no se ha sido en este tema tan bien manipulado.
Un saludo.
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