Últimamente, tenía tanto trabajo pendiente que me faltaba tiempo y fuerzas para meterme aquí a actualizar, de ahí que pusiera el post de las “Olimpiadas Obreras, Olimpiada Popular” que ya tenía redactado desde hacía tiempo y que en realidad cuando quise haberlo publicado era al final de las olimpiadas de Pekín pero con el que quería despedir el año. Lo repondré más adelante.
Sin embargo, hoy ha ocurrido un hecho que no puede dejar a nadie indiferente: el Estado de Israel ha bombardeado la franja de Gaza y ha provocado, a estas horas en las que escribo, más de 220 muertos y de 700 heridos de los cuales muchos me imagino que en las próximas horas pasen a engrosar la lista de los primeros.
La foto la he tomado prestada de la página de la Cadena SER que no sé de dónde la habrá obtenido porque no lo especifica. Al disponerme a dejar un comentario en la noticia, me encontré con uno que llamó poderosamente mi atención. El siguiente:
«Pero alguna culpa tendrán también los palestinos, no? Es una postura muy simplista pensar que el débil, por serlo, lleva además razón. Los primeros que no cumplieron la Resolución 181 de la ONU (Asamblea, no Consejo) fueron los palestinos, manipulados por los "hermanos" árabes. Desde entonces, Israel se sacude las avispas que le quieren picar, casi siempre - eso sí - a manotazos, cuando a veces podría espantarla con un simple papel. Y vosotros, correligionarios de izquierda, qué haríais? Votaríais a Hamas? De verdad creeis que la sociedad palestina - cuyas élites se educaron en Europa, pero olvidan nuestro espíritu democrático - se parece más a nosotros que Israel?»
Lo firmaba un necio reaccionario llamado Manuel.
Quizás la calidad de “necio” sea una categoría incorrecta. No conozco a este Manuel, pero desde luego sorprende varias afirmaciones que son suficientes como para situarlo del PP a la derecha. Cuidado, no pretendo ser reduccionista, se puede ser de derechas pero sensible a este tipo de hechos, pese a no ser el caso. No obstante —y esto es otra cuestión— sí considero que hay una contradicción intrínseca en el ser de derechas y humanista; creo que son incompatibles conceptual y teóricamente.
Es una desagradable e indignante sorpresa que alguien, quien sea, después de leer que se ha bombardeado a una población civil responda preguntando a la audiencia e instándola a reflexionar sobre la parte de culpa que corresponde a los bombardeados. Y, sin embargo, es irónico nuestro amigo, la primera afirmación que realiza es una crítica a las simplezas, ya que es reduccionista pensar que «el débil, por serlo, lleva además razón». Independientemente de quién “lleve razón”, es un tanto presuntuoso (e inhumano cabría decir) pensar en quién lleva razón tras haber los hunos bombardeado a los otros.
No ha lugar igualmente hablar de resoluciones de la ONU cuando estamos tratando sobre el país del mundo que más resoluciones incumplidas de Naciones Unidas tiene en su haber. Yo, por cierto, “correligionario de izquierda” si así le gusta denominar a los críticos del terrorismo de Estado, no votaría nunca a Hamás, pero tampoco al PP ni a G. W. Bush y tampoco, por cierto, soy un fan del actual Papa, pero simplemente porque no soy muy amigo de los integrismos que es lo que es Hamás. Ahora bien, no entiendo muy bien porqué considerar el primer integrismo “malo” y el resto simplemente “razonables”. Es cierto que Manuel no ha hablado de los otros, los he metido yo en el monólogo, y creo que nadie en el mundo (por supuesto es un decir) considera que haya que convertir en ilegales a la vertiente legalista de la extrema derecha española, al partido Republicano o al Papado.
Opino que cada pueblo tiene derecho a decidir su destino, futuro o como se prefiera denominar siempre que no dañe a otro, precisamente lo que no hace Israel. De todos modos es muy presuntuoso y eurocéntrico considerar “nuestro [supuesto] espíritu democrático” como el baremo de justicia político-social con que sueña la humanidad o, por lo menos, con el que ha de medírsela, máxime cuando seguramente el Estado más terrorista de la actualidad (al menos, y repito, el que más resoluciones de la ONU incumple) sea más parecido a “nosotros” que los palestinos. Diferencias culturales aparte (que supongo que sea a las que se refiere don Manuel aunque me cueste adivinar cuáles, pues la religión supongo que no será, puesto que nosotros somos cristianos, los palestinos árabes y los israelíes judíos) es ya un sofisma en sí mismo insinuar que nuestra sociedad de “espíritu democrático” está más ejemplificada en Israel que en el pueblo palestino cuando estamos hablando de un Estado que practica abiertamente el terrorismo. De esta cualidad no es ajeno nuestro amigo.
Si bien me siento igualmente frustrado que cuando comencé a escribir esto, el objetivo del desahogo que me había puesto lo he satisfecho mínimamente. Tales opiniones es verdad que molestan por lo deshumunanizadas que resultan pero no debiera extrañar de alguien que se refiere a bombardeo aéreo como el que «se sacude las avispas que le quieren picar»; por favor, estamos hablando de personas.
2 comentarios:
a mi lo que mas me molesta ya no son los comentarios(que ojo, tambien)sino la pasividad de los medios, aqui nadie critica nada, solo se informa. por supuesto todavia no vi que a semejante atrocidad se le trate con el nombre que merece: terrorismo de estado! que estoy hasta las narices de oir la palabra bombardeo. es un puto acto terrorista sobre el pueblo palestino, como vienen siendo todas y cada una de las acciones que ejerce sobre éste el estado de israel. nos encanta llamar terrorismo segun a que cosas!!
lo peor ya no sé qué es. Entré para ver la entrada de Don Ricardo (a sueldo de moscu) y leí unos comentarios q la verdad desalienta ver. Pese a ser mayoritarios los de condena a Israel, hay algunos del tipo "la democracia es muy importante pero también lo es la defensa de nuestro territorio", cuando resulta ser un Estado invasor sobre otro q ni tan siquiera tiene Estado. Igual suena irónico recurrir a un pasaje bíblico pero no hay peor ciego q el q no quiere ver. Más q arcadas, lo q da es ganas de echarse a llorar.
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